martes, 30 de septiembre de 2008

Documento resumen del 80 Aniversario

La Comisión redactora del Documento-Resumen del Aniversario 80, cumple en poner a consideración de los participantes directos y virtuales de la celebración del Aniversario 80 de la Creación Heroica de José Carlos Maríategui y 13 años de la gestión de la IVG-SP, a fin de que se sirvan opinar hasta un día antes de la fecha de celebración, que se llevará a cabo el día martes 7 del mes y año en curso, a hrs. 5.00 p.m. en la Casa Museo Mariátegui, sito en Jr. Washington Nº 1938-1946, Lima 1-Cercado.

Fwd: Invitación y Boletín de Prensa



---------- Forwarded message ----------
From: Narciso Garcia Vallejo <fundacioncesarvallejo@yahoo.es>
Date: 29-sep-2008 16:59
Subject: Invitación y Boletín de Prensa
To: Julio Abanto LLaque <ruricancho@hotmail.com>, Israel Acuña Raya <abogadosyconsultores@hotmail.com>, Luis Aldana <sistemas@cavaliercorporation.com>, Luis Anamaria Chavarria <luismiguel1952@gmail.com>, Juana Anchirauco <juana08_3@hotmail.com>, Wilfredo Angeles Pasión <angelpasion@hotmail.com>, Yony Anyosa Rosas <yanyosa@hotmail.com>, Betzy Apolinario Roque <betzy2502@hotmail.com>, Valeriano Aquino Palma <valerianox21@yahoo.es>, Laura Arana <lauris_milara@yahoo.com>, Armando Azcuña Niño de Guzman <armazcunigu@hotmail.com>, Domingo Begazo <d180045@yahoo.es>, Oscar Benavides Cavero <decanatofigae@hotmail.com>, Miguel Blaskovic Huayta <miguel_blaskovic@hotmail.com>, Cecilia Blaskovic Huayta <cblaskovic@hotmail.com>, Ruben Bravo <ruben@idtechnology.net>, Yuri Bravo <yuri_bravo@hotmail.com>, José Luis Caballero Adrían <jcaballero@congreso.gob.pe>, jorge Caceda <jorgkcda@gmail.com>, Renato Cajahuaman Bravo <renatorcb_23@yahoo.es>, Rufino Cárdenas Ramos <rcardenas1406@hotmail.com>, Hernán Cartagena <cartagenah@hotmail.com>, Gina Caycho <maribel_1980_15@hotmail.com>, juan de Dios Cayo <mundocoop@hotmail.com>, Guillermo Chanjan Requena <gchanjan@llamagas.com.pe>, Mirian Chumacero Mendoza <mromanr4@hotmail.com>, Harry Cubas <hca_sjl@hotmail.com>, Ruben Cueva Espinoza <r_cuevah@yahoo.com>, Mary Delgado <mary5703@hotmail.com>, Aldo Diaz Rivero <aldodiazrivero@yahoo.es>, Gilda Esperjo <gildaespejo_8@hotmail.com>, Feliciano Oncevay Espinoza <f_oncevay_e@hotmail.com>, Rosa Espinoza <rosaesp638@hotmail.com>, Joel Estraver <joel@speedy.com.pe>, Augusto Fernandez Cabero <afc_idg@yahoo.es>, Manuel Flores <mf73sc@hotmail.com>, Hector Flores <prhectorflores5@hotmail.com>, Italo Frank <italofrank_4@hotmail.com>, fundacioncesarvallejo@yahoo.es, Elmer García Alamo <egarciaalamo@latinmail.com>, Ana Garco de la Cruz <ventaimport_mundial@hotmail.com>, Pedro Granados <p_granados@yahoo.es>, Tomas Gutierrez Sanchez <tgutierrezsanchez@hotmail.com>, Ana Maria Intili <anaintili@yahoo.es>, Alfonso Jaguande D'Anjoy <runi@urp.edu.pe>, Jorge Kishimoto Yoshimura <jkishimoto@mercurioec.com>, Oscar Larenas Nuñez <oscarprensa@hotmail.com>, Victor Larru Tenorio <victorltenorio@yahoo.es>, Genaro Ledesma <diegopenaranda@yahoo.com>, Jorge Linares Alvarez <jla.abogados@hotmail.com>

Me es muy grato hacerle llegar la invitación a la conferencia del día Jueves de Vallejo, sobre el tema "Una Novela sobre César Vallejo", asi como el Boletín de Prensa sobre la conferencia del pasado Jueves 25 del presente.
 
Para cualquier información adicional, se servirá comunicarnos al teléfono: 424-5258 o E-mail: fundacioncesarvallejo@yahoo.es
 
Cordialmente,
 
 Fundación César Vallejo
Dr. Narciso García Vallejo
  Administrador General




--
Luis Anamaría http://socialismoperuanoamauta.blogspot.com/
http://centenariogeorgettevallejo.blogspot.com/
http://socialismoperuano.blog.terra.com.pe/

Octubre Rojo

Edgar Bolaños Marín

El 7 de octubre los socialistas en el Perú conmemoramos el 80 Aniversario de la Creación Heroica de José Carlos Mariátegui.

Por caminos ecuménicos el hombre asciende al reino de la libertad. En esta humana marcha los símbolos forman parte del equipaje con que se avanza en la historia. La feligresía de la doctrina cristiana tiene su mes morado. Tiempo de celebración, milagros de fe, reflexión y mea culpa. Los seguidores de la doctrina de Marx en el Perú tienen su mes rojo. Tiempo de celebración, estudio, reflexión y combate. Tiempo de recomponer lo que tenga que renovarse o cambiarse. Tiempo de revisión de métodos y conceptos. Tiempo de preparar la organización en medio del creciente descontento.

El 7 de octubre es más que un número en el calendario. Es un día de celebración. Es un día de reuniones en atrios y auditorios. Es una fecha de marchas y demostraciones de fuerza socialista. Los discípulos de José Carlos Mariátegui en diversos grupos y escenarios conmemoran la fundación del Partido Socialista del Perú. La obra del maestro Mariátegui es el centro de donde parten diferentes opiniones, escuelas, tendencias y fracciones, muchas de ellas opuestas y antagónicas. Pero, la humanidad unida es el sueño socialista que mancomuna a los afines como a disímiles espíritus de la inteligencia avanzada. No en vano la autorrealizació n plena del ser humano es el propósito del humanismo marxista.

El 7 de octubre es la más importante celebración del socialismo en el Perú. En esta fecha la imaginación vuela con los pies bien asentados en la tierra. La imaginación materiista brota de la vida, de las presiones económicas y los conflictos sociales, de las necesidades extremas del hombre que vive de su trabajo. La imaginación crea el futuro cuando se apoya en la realidad. La imaginación se rebela contra una realidad limitada, contra una realidad imperfecta, la supera día a día elaborando, como la abuela de Leonardo, pan de la nada. La realidad, no obstante, supera a la imaginación ideísta: el tiempo está sepultando a los enterradores del "comunismo". Bastaron algo más de diez años para que El fin de la historia (1989), de los plumíferos del capital, “el punto final de la evolución ideológica de la humanidad”, la victoria definitiva de la democracia liberal, se derrumbara con las torres gemelas y, más tarde, con los martes negros de Wall Street. Hoy podemos decir, con Pepe Gutiérrez–Alvarez: los muertos que vos enterrasteis, bien vivos están. El neoliberalismo desnuda sin miedo su verdadera naturaleza rapaz y saca a la luz las más bajas pasiones del capitalismo. La espiral creciente de la delincuencia en todas sus modalidades es el resultado de la descomposició n del viejo orden social. En el siglo XXI habrá de definirse el dilema capitalismo o socialismo. A este siglo de definiciones, el socialismo irrumpe como la única esperanza del hombre humanamente natural. Se muestra a la faz del mundo como un movimiento de hombres e ideas y, se lo percibe como una meta y un camino[1]. Empero, para el marxismo no hay de antemano un derrotero definido. La teoría de Marx es incompatible con un “marxismo” como verdad revelada. Todo lo contrario. El marxismo se elabora y reelabora en el andar. Caminante no hay camino, camino se hace al andar. En éste caminar las rutas florecen: tantas como cabezas pensantes existen. Los hombres de talento sobresalen, se distinguen en un conjunto, precisamente, porque saben elegir o inventar un camino para los que vienen atrás. Los mejores prevalecen porque saben ser efectivamente mejores. El arte de los que mandan obedeciendo es que “todos” hagan suya la hoja de ruta aconsejada por la experiencia. ¿Porque Mariátegui se distingue entre todos los fundadores, colaboradores y rivales? No es acaso por la maestría en preparar, contagiar, animar, en saber elegir el momento y la ruta a seguir. Pues, sí, ¿cabe alguna duda?

El revolucionario es por definición iconoclasta pero, al mismo tiempo, es un hombre de fe. Los marxistas tienen de aventureros y exploradores como de dogmáticos y heréticos. “Los profesionales de la inteligencia no encontrarán el camino de la fe; lo encontrarán las multitudes. A los filósofos les tocará, más tarde, codificar el pensamiento que emerja de la gran gesta multitudinaria.”[2] Para los hombres de ciencia, la imaginación no reconoce barreras, claro está —y contrariando su voluntad—, dentro de los límites de la materia como punto de arranque y limite del pensar. Lo cierto es que la imaginación, sin un método y una doctrina, navega sin rumbo ni objeto en medio de las agitadas aguas de la heterodoxia. Y, como la heterodoxia es el habitad natural de la imaginación, ésta voltejea a una velocidad loca pero inútil en torno a todo y a la vez nada. La eficacia del dogma reside en el empuje que imprime a las muchedumbres en una u otra dirección. La doctrina suministra al combatiente una dirección coherente, le proporciona una meta, un destino, una fe. Asimismo, como lo doctrinario, conduce necesariamente a la ortodoxia como actitud personal o mental. Todo hombre de fe encuentra el respaldo necesario para su actividad en su doctrina. El militante se entrega en cuerpo y alma a la empresa que da razón a su terrenal existencia. Por eso, la agonía del combatiente, la fuerza de los socialistas, “no está en su ciencia: está en su fe, en su pasión, en su voluntad”, como bien enseña el maestro Mariátegui.

El 7 de octubre de 1928 Mariátegui termina el trabajo de definición ideológica. Y comienza un periodo de definición político-orgánica. El debate se traslada al programa socialista y al tipo de partido. La temprana muerte de José Carlos Mariátegui facilita que su propuesta programática y el proyecto de partido de masas sean abandonados. El fácil recurso de calco y copia se impone en el siglo pasado. Lenin descubrió, en el partido clandestino de revolucionarios profesionales, la forma específica de organización política de la vanguardia proletaria. Y Mariátegui encontró, en "el primer gran partido de masas e ideas de toda nuestra historia republicana" , la forma nacional en que la teoría se convierte en poder material, en que el verbo se hace carne. En la actualidad el Perú sigue siendo un mendigo sentado en un banco de oro. Tenemos una fecunda experiencia de lucha poblana. Tenemos los paradigmas de cómo se construye los frentes intelectual, campesino, obrero y partidario. Tenemos una teoría para el cambio social en la obra de José Carlos Mariátegui. ¿Qué nos falta para dejar de ser menos que un simple punto en el mapa político? Muy poco. ¡Hacer uso de nuestras potencialidades! En el Perú lo tenemos todo y todo está por hacer. Comenzando por la unidad de nuestro pueblo, de su vanguardia, de sus instituciones. Los luchadores sociales combaten desde distintas trincheras, separados por artificiales diferencias de fracción, divorciados por la fuerza de la raigambre del grupo o tendencia. Por eso, no le falta razón a Gustavo Espinoza cuando señala que Mariátegui “se guió por una idea básica: la lucha de clases como motor de la historia”; y, que su visión –agrega– no fue “una mirada de secta, ni reflejó un punto de vista estrecho.”[3] Es precisamente esa idea básica la que da origen al principio clasista y la política de frente unido, cimientos de la actuación política de José Carlos Mariátegui, que convierten el sueño socialista en una realidad concreta el 7 de octubre de 1928. Entonces, si lo tenemos todo, ¿Qué esperamos para rectificar lo que tenga que rectificarse?

Engels declaró en una ocasión “el comunismo no es una doctrina, es un movimiento. No parte de principios, sino de hechos.”[4] Y se opuso en otra ocasión: “Marx protestaría contra el ‹‹ideal›› político, social y económico que vosotros le atribuís. Cuando se es ‹‹hombre de ciencia›› no se tiene un ideal, se elaboran resultados científicos, y cuando, además, se es hombre de partido, se combate para ponerlos en práctica. Pero cuando se tiene un ideal, no se puede ser hombre de ciencia, porque se ha tomado partido ya desde el comienzo.”[5] Un hombre de ciencia estudia el movimiento de la materia en sus diversas formas. Un marxista estudia el movimiento y lucha de las clases, las confrontaciones y transacciones, sus éxitos parciales y sus derrotas temporales, y... toma decisiones en caliente. Ayer como hoy, pese a la resistencia de la “verdad evidente”, la táctica dicta las decisiones de los hombres. El sentido común está acostumbrado a decidir, primero, lo que se desea hacer (la estrategia) y luego cómo hacerlo (las tácticas). Pero, lo cierto es que esa “verdad evidente”, no es tan evidente. Al Ries & Jack Trout, en La revolución del marketing, concluyen que una estrategia no es una meta: “Como la vida misma, la estrategia debe estar enfocada en el viaje, no en la meta. Los pensadores de arriba hacia abajo, están orientados hacia las metas. Primero determinan lo que quieren lograr y luego tratan de encontrar las maneras y los medios de lograr estas metas.”[6] Los hombres dejan huellas al caminar. Crean el futuro, lo inventan, pero no lo predicen.

La historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases. Así comienza el primer capítulo del Manifiesto del Partido Comunista. Y, sin embargo, se sigue pensando la historia como recuento de los hechos significativos de los personajes más destacados de la humanidad. La Creación Heroica de Mariátegui, en estricto sentido, es una realización colectiva, como el propio José Carlos lo advirtiera: Ahora es la voz de un movimiento y de una generación. El trabajo de Mariátegui, como cualquier otro trabajo, es un esfuerzo que involucra a un conjunto de personas. Sin las mujeres y hombres de su generación no existiría Creación Heroica. Ni un movimiento histórico que representa el movimiento del futuro en el movimiento del presente. La escuela de Mariátegui reivindica al militante pensante y operante. Cree en las multitudes que llegarán a ser concientes de su propia potencia a través de la vanguardia organizada. Sabe que la historia de los cambios sociales y de las revoluciones políticas no debe buscarse en la cabeza de los hombres (ni en la filosofía) sino en la economía de la época. Ubica al personaje histórico como criatura de una época y una clase: “Un nuevo orden jurídico y económico no puede ser… la obra de un caudillo sino de una clase.”[7]

La escuela socialista en el Perú tiene en Carlos Marx y en José Carlos Mariátegui sus principales representantes. El marxismo de Mariátegui es fuente de inspiración de mujeres y hombres con una filiación de clase definida. El maestro Mariátegui es reconocido como padre de diversas tendencias del movimiento socialista nacional. Un 7 de octubre debe ser un día de confraternidad, conmemoración y UNIDAD de combate socialista. En éste día, la actualidad del socialismo, debe reafirmarse en la voluntad de construir un Perú nuevo dentro del mundo nuevo, en la presencia activa y monolítica de todas las tendencias socialistas. En esta fecha la UNIDAD socialista por un Perú Integral, brota espontánea entre los hombres nuevos de un Perú nuevo.

UNIDAD es una gran voz que recuerda un carísimo y viejo anhelo de nuestro pueblo. Los intentos de forjar la unidad en la historia de nuestra América multicultural son incontables como innumerables en éste pequeño rincón del Perú. Sólo recordar que hace 21 años, setiembre de 1987, un grupo de jóvenes publicaron Socialismo: Revista Regional de doctrina, ciencia, arte, polémica. En sus páginas, hombres y mujeres de diversas tendencias políticas, estamparon sus firmas en un esfuerzo por construir una cultura de entendimiento en el debate de ideas. Recordar que entre los impulsores de Socialismo estaban algunos camaradas que ahora ya no nos acompañan: César Faucheux Ponce, Ángel Rivera Marca, Honorio Morales Arce, a quienes es menester rendir un justo y merecido homenaje.

El 7 de octubre en el calendario político es una fecha que recuerda el nacimiento del Partido Socialista del Perú, fundado por José Carlos Mariátegui y los hombres de su generación. Tacna no puede estar ausente en ésta conmemoración. Formemos un solo haz, un solo contingente, recordando a los camaradas que se adelantaron en la marcha continua de los tiempos:



Donato Gonzáles Rejas


Carmela Gonzáles Rejas

Carlos Nalvarte Zeballos

Omar Zilbert Salas

Honorio Morales Arce


Juan Gonzalo Rose

César Faucheux Ponce

Ángel Rivera marca

Henry Rondinel Cornejo




El fantasma del socialismo renace de sus cenizas; y, renace porque no se puede detener el curso ineluctable de la vida. Socialismo es vida. Vida es cambio. Cambio es revolución. Y una revolución social se realiza sobre la base de grandes ideas, como bien decía José Carlos Mariátegui.



¡Proletarios de todos los países, uníos!



Tacna-Perú, 28 Setiembre 2008

Edgar Bolaños Marín



--------------------------------------------------------------------------------
[1] Meta y camino, ruta y destino, no son dos cosas distintas. El camino es la meta. La meta tiene que ser descubierta, debe ser alcanzada, debe ser hallada. El mismo camino se convierte en meta. El primer paso es también el último, porque camino y meta no son dos cosas diferentes. El camino conforme avanzas en él se transforma en meta. La clave en todo esto es pensar como explorador. José Carlos Mariátegui dejó en el tintero su propósito de reivindicar al aventurero: “Pienso en él (Colón) cada vez que me visita la idea de escribir una apología del aventurero. Porque hay que reivindicar al aventurero, al gran aventurero.” (La novela y la vida) El aventurero es el gran explorador: un sujeto que anda a la caza de primicias, hallazgos, revelaciones. En política, por ejemplo, Marx sigue el curso natural del movimiento de clases hasta que realiza el hallazgo de su vida. “He aquí su verdadero secreto: la Comuna era en esencia el gobierno de la clase obrera, fruto de la lucha de la clase productora contra la clase apropiadora, la forma política, descubierta, al fin, bajo la cual podía llevarse a cabo la emancipación económica del trabajo…"(La Guerra civil en Francia) Marx y Lenin son el más claro ejemplo de cazadores de oportunidades. Las oportunidades en la historia social se presentan. Si no se aprovechan quedan como eso: simples oportunidades. De allí que el imitador, el remedador, el plagiario, sólo lleva a término una farsa o tragicomedia, no pasa de ese punto.
[2] JCM, El hombre y el mito, Alma Matinal, Pág. 27 - 28
[3] Gustavo Espinoza M., José Carlos Mariátegui, orientador de nuestro tiempo.
[4] F. Engels, Los comunistas y Carlos Heizen, C. Marx y F. Engels , T.4, pag. 281, recopilado por Miguel Aragón.
[5] 11 de agosto de 1884, a cuatro años de la primera edición de Del socialismo utópico al socialismo científico, Engels le escribe a Paul Lafargue, que había preparado aquella edición. Citado en El pensamiento filosófico de Engels, Giuseppe Prestipino, pp.13
[6] Al Ries & Jack Trout, La Revolución del Marketing, México, McGraw-Hill, Pág. 11
[7] JCM, 7 Ensayos… Pág. 71

Rv: 5° JORNADA NACIONAL DE FILOSOFIA MARXISTA

- El lun, 29/9/08, ELVIS ARAPA DIAZ <redfire_mlm4@hotmail.com> escribió:


 

UNIVERSIDAD NACIONAL SAN CRISTOBAL DE HUAMANGA

CÍRCULO DE INVESTIGACIÓN Y PROYECCIÓN SOCIAL JOSÉ F. W. LORA CAM
INSTITUCIÓN CAFÉ FILOSÓFICO "FLOR DE RETAMA"
CENTRO POLÍTICO CULTURAL ALFIL


5º JORNADA NACIONAL DE FILOSOFÍA MAXISTA
"El Marxismo en el Perú… y la realidad peruana"

07, 08 y 09 de octubre del 2008

EN HOMENAJE A MARIÁTEGUI Y LOS 80 AÑOS DE LA PUBLICACIÓN DE LOS '7 ENSAYOS DE LA INTERPRETACIÓN DE LA REALIDAD PERUANA'

 

La Comisión Organizadora convoca a participar en calidad de asistentes y/o ponentes en la 5º Jornada Nacional de Filosofía Marxista, que se realizará en  Ayacucho - Huamanga, en la Universidad San Cristóbal de Huamanga, del 07 al 09 de octubre del 2008.

 

DENOMINACIÓN:

"El Marxismo en el Perú… y la realidad peruana"

 

HOMENAJE: A JOSE CARLOS MARIÁTEGUI y al 80 aniversario de los 7 Ensayos de la Interpretación de la Realidad Peruana.

 

ORGANIZACIÓN:

La organización y realización de la 5º Jornada de Filosofía Marxista está a cargo de la Institución Café Filosófico Flor de Retama, Círculo de Investigación y proyección social José F. W. Lora Cam y el Centro Político Cultural ALFIL.

 

SEDE:

La sede de la V Jornada es la ciudad de Huamanga, Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga.

 

LUGAR Y FECHA:

Las actividades a desarrollarse en dicha Jornada tendrán lugar en la Facultad de Ciencias, los días 07, 08 y 09 de octubre del 2008.

 

EJES TEMÁTICOS:

 

  • El marxismo en el Perú.
  • Mariategui y los 7 Ensayos de la Interpretación de la Realidad Peruana.
  • Gnoseología y Teoría del Conocimiento Marxista
  • Antropología Filosófica y Antropología Marxista
  • Lógica y Lógica Dialéctica
  • Ética y Ética Marxista
  • Epistemología y Marxismo en la Ciencia
  • Estética y Estética Marxista
  • Filosofía Política e Ideología Marxista
  • Filosofía de la Religión y Ateísmo

·        Marxismo Contemporáneo

·        La Educación en el Perú y su Problemática.

·        Desarrollo del marxismo (etapas).

·        Marxismo y revisionismo.

      

 

ASISTENCIA E INSCRIPCIONES:

 

El ingreso a las distintas actividades académicas es libre. Aquellos participantes que deseen una constancia, credencial y carpeta de trabajo (fólder, programa oficial, resúmenes, etc.) deberán efectuar el respectivo pago determinado por la comisión organizadora.

Las inscripciones para la participar en calidad de ponente o asistente (con derecho a constancia), se efectuarán en la Institución Café Filosófico Flor de Retama. Los ponentes de otras ciudades podrán inscribirse por el e-mail de la Jornada (v_jornafil@hotmail.com).

 

Asistente:

Estudiantes: S/. 10.00  Nuevos Soles.

Profesionales y público en general: S/. 15.00 Nuevos Soles.

 

Ponente:

Estudiantes: S/. 20.00 Nuevos Soles.

Profesionales y público en general: S/. 25.00 Nuevos Soles.

 

 

PLAZOS PARA PARTICIPAR:

 

Los ponentes podrán inscribirse hasta el 30 de setiembre enviando con anticipación el título y resumen de las ponencias en 10 líneas, además de la ponencia en su integridad. La inscripción en calidad de asistente se realizará hasta el día 07 de octubre (inauguración del evento).

 

FORMATO Y DINÁMICA PARA LA PRESENTACIÓN DE PONENCIAS:

 

Formato A4, Arial 12, doble espacio. 120 minutos sesiones plenarias (incluido intervenciones del público),  60 minutos sesiones simultáneas (incluido intervenciones del público). Se aperturará según se solicite: Mesas redondas, Debates, talleres, etc.

 

ANTECEDENTES:

 

La organización de la 5º Jornada Nacional Filosofía Marxista fue otorgada a la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga en la sesión de elección de sede en la IV Jornada Nacional de Filosofía Marxista, desarrollada en la Universidad Nacional de San Agustín, realizado en Arequipa los días 27, 28 y 29 de setiembre del 2007.

 

El Movimiento Estudiantil ALFIL funda en el año 2004 la I Jornada Nacional sobre Filosofía Marxista, teniendo como antecedentes una serie de eventos menores también sobre la filosofía del proletariado.

 

I Jornada Anual Filosófica Marxista

"Vigencia del Marxismo en el Contexto Mundial"

En homenaje a Carlos Marx – Genio del Milenio

5, 6 y 7 de mayo del 2004.

 

II  Jornada Nacional Filosófica Marxista

" La Filosofía Antes y Después de Marx y Engels. Una evaluación crítica del papel de la filosofía".

En homenaje a Federico Engels

28, 29 y 30 de noviembre del 2005.

 

Tercera Jornada Nacional de Filosofía Marxista

"Acerca de Lenin y los Fundamentos del Leninismo. Un desarrollo histórico del marxismo"

En homenaje a V. I. Lenin

25, 26 y 27 de octubre del 2006.

 

IV Jornada Nacional de Filosofía Marxista

" La Filosofía como instrumento de Revolución Cultural"

En Homenaje a Mao Tse Tung.

27, 28 y 29 de Setiembre del 2007.

 

INFORMACIÓN GENERAL:

 

Para la información que requiera el participante sobre la Jornada se publicará en el Blog del CEFMA: http://cefma-unsa.blogspot.com, allí se consignará las bases de las ponencias, los costos de los participantes, las actividades a desarrollarse, los participantes invitados, las variadas posibilidades de alojamiento y alimentación.

La información específica se brindar por medio del correo electrónico del evento. v_jornafil@hotmail.com

 

CONTACTOS:

Móvil:

066- 966912074 (Ayacucho)

054- 958507284 (Arequipa)

Blog:

http://cefma-unsa.blogspot.com

Correo electrónico:

v_jornafil@hotmail.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


¡Haz tu clic solidario y ayuda a África! ¡Puedes empezar ahora!

Rv: [foro_centenario] (Parte IV) La Reunión de Barranco y el Partido Socialista



--- El mar, 30/9/08, miguel aragon <perunuevo2020@yahoo.com.mx> escribió:
De: miguel aragon <perunuevo2020@yahoo.com.mx>
Asunto: [foro_centenario] (Parte IV) La Reunión de Barranco y el Partido Socialista
Para: "us-jcm" <universidad_socialista_jose_carlos_mariategui@yahoogroups.com>, "C80A" <comite_pro_80_aniversario_creacion_heroica_de_jcm@yahoogroups.com>, nuevo_peru@yahoogrupos.com.mx, "peru-cuba" <amistad-peru-cuba@yahoogroups.com>, "patria libre" <patria_libre@yahoogroups.com>, generacion_resurgimiento@yahoogrupos.com.mx, foro_centenario@yahoogroups.com, "Fer rcd" <fer_sm_rcd@hotmail.com>, "integracion" <integracion.estudiantil@gmail.com>, partidosocialistaperuano@yahoogroups.com, "Partido Comunista Peruano" <partidocomunistaperuano@hotmail.com>
CC: "Valquiria" <silvia.anaisnin@gmail.com>, "Ramón" <ragarro2002@gmail.com>, "anita" <malimba2@yahoo.com>, "german" <germanvilcarino@yahoo.com>, "ever" <maguinae@yahoo.com>, "Roca" <espartaco71@hotmail.com>, "Walter" <pioneroazul@hotmail.com>, "primo" <nestor_primo@hotmail.com>, "Charlie" <charliejohn_vladimir@hotmail.com>, "Manuel F." <mf73sc@hotmail.com>, "alycia" <alycia_asto@hotmail.com>, "urs" <urs_lambayeque@hotmail.com>, edboma2@yahoo.com, "Vargas" <eduardovargas01@aol.com>, "Daniel" <daniel_fer_sm@yahoo.es>
Fecha: martes, 30 septiembre, 2008 12:07

__,_._,

¡ Y solamente faltan 08 días…!

 

LA REUNION DE BARRANCO

 Y EL PARTIDO SOCIALISTA (IV)

(07 de octubre de 1987)(*)

Por Ramón García

 

CONSECUENTES

Constituido el Partido Socialista, la lucha interna se inicia como lucha en dos frentes, el determinismo económico y el volitismo político. Los documentos conocidos signan el proceso de esta lucha.

Ricardo Martínez.- Había publicado en Amauta-16 (julio de 1928) su artículo Polémica y Acción, donde plantea sibilínamente que "toda polémica de interpretació n es vana, intelectual, burguesa". Y en Amauta-17 (setiembre de 1928) inicia su serie El Movimiento Obrero de 1919, donde refiriéndose al "desdichado Partido Socialista del Perú" señala que "sólo sirve de obstáculo a la labor de los obreros organizados".

Eudocio Ravínes.- Había iniciado en Amauta-10 (diciembre de 1927) su análisis sobre La actual Etapa del Capitalismo; y la continúa  en Amauta-16 con La Etapa del Monopolio Capitalista, hasta Amauta-19 (nov-dic 1928) con El Capital Financiero, y Amauta-21 (feb-mar 1929) y Amauta-22 (abril 1929) con Los Instrumentos del Capital Financiero. Este análisis está hasta ahora vigente.

En estas circunstancias, José Carlos Mariátegui comienza a publicar en Amauta-17 su famosa Defensa del Marxismo, edita 7 Ensayos, publica Labor  como "extensión de la labor de Amauta". Así se amplía la presencia del Partido Socialista en más y más frentes.

Orientando la lucha interna, escribe el prólogo al folleto de Ricardo Martínez; le critica que "Juzga los hechos a la distancia, sin relacionarlos suficientemente con el ambiente histórico dentro del cual se produjeron", y concluye que "Prefiero hallarlo intransigente, impetuoso, a hallarlo criollamente oportunista y equívoco". En el mismo mes, 31 de diciembre de 1928, le escribe una carta a Eudocio Ravines proponiéndole: "Si usted encontrara la posibilidad de venir, nos aportaría  un refuerzo precioso".

            El proyecto político de José Carlos Mariátegui se pone a prueba en el Congreso Sindical Latinoamericano de Montevideo (mayo) y la Conferencia Comunista Latinoamericana (junio) de 1929. A ellas asiste el Partido Socialista con cinco delegados: Hugo Pesce, Julio Portocarrero, José Bracamonte (pilotó de la Marina Mercante Nacional, fundador de la Federación de Tripulantes del Perú), Juan Peves (dirigente campesino de Ica, fundador de la Federación de Yanacones) y Carlos Saldías (dirigente textil).

            La delegación peruana llevó a las reuniones internacionales los documentos constitutivos del Partido Socialista, las Tres Tesis Fundamentales, la Hoja de Vida de José Carlos Mariátegui, 7 Ensayos, Defensa del Marxismo, Labor.  Y de manera no oficial llevó el folleto de Ricardo Martínez  y el proyecto de Programa elaborado por Eudocio Ravines en la célula de París.

            Así, la delegación peruana fue la mejor documentada pero no la mejor compenetrada del proyecto político que defendía. Ocurrió entonces lo insólito. Los 7 Ensayos fueron suplantados por el Movimiento Obrero [de Ricardo Martínez], el Esquema del Problema Indígena fue suplantado por el Problema de las Razas en América Latina; y, lo que es más grave, los Principios Programáticos fueron suplantados por el proyecto de Programa [de Eudocio Ravines]. En resumen, el Frente Unido fue suplantado por el "bloque obrero-campesino", y el Partido Socialista por el "Partido Comunista". El gran proyecto político del partido proletario de masas fue reducido a simple "táctica". Y siendo el gran aporte de José Carlos Mariátegui a la teoría y praxis del marxismo, es considerado hasta el presente como su mayor "error", el cual él mismo se "apresuró a corregirlo" al final de su existencia.

 

            1930

            La crisis mundial aceleró la crisis nacional. En este marco, se agudiza la lucha interna en el Partido Socialista.

            Mientras se realizaban las reuniones anteriores, Eudocio Ravines y Jacobo Hurwitz asisten al II Congreso Antiimperialista, de Francfort (julio de 1929) donde José Carlos Mariátegui es elegido miembro del Consejo General de la Liga contra el Imperialismo. Después de la reunión, Eudocio Ravines viaja a Moscú, colabora en la preparación de la Carta del Buró Sudamericano de la Internacional Comunista al Partido Comunista del Perú (publicada después en la Correspondencia Sudamericana , Nº 26, mayo de 1930) y se ofrece para organizar el Partido Comunista del Perú. Regresa a París, y a mediados de diciembre emprende el regreso al Perú. Cubre la ruta El Havre-Rio de Janeiro-Buenos Aires. Prepara ahí El problema Indígena en América Latina (publicado en El Trabajador Latinoamericano, marzo-abril de 1930), donde respalda la autodeterminació n. Sigue la ruta Buenos Aires-Tucumán- La Paz-Puno. En Puno y Cusco declara constituido el Partido Comunista. Sigue la ruta Puno-Arequipa- Mollendo- Callao. Y se enfrenta así al Partido Socialista, a mediados de febrero de 1930.

            En estas circunstancias, José Carlos Mariátegui presenta su renuncia el 1º de marzo, no sin antes presentar cuatro Mociones: de Adhesión al Congreso Antiimperialista de Francfort, de Independencia de Clase del Partido Socialista, de Afiliación a la Tercera Internacional , y de creación de los Secretariados de Asuntos Femeninos y de Asuntos Juveniles.

            Las razones son obvias. La represión de noviembre de 1929, esta vez contra el "complot judío", no pesó tanto como la necesidad de preparar condiciones para empeñar la lucha en condiciones favorables. Igualmente la deserción del grupo norteño de Luciano Castillo, Fernando Chávez, Alcides Spelucín el 16 de marzo, tampoco peso tanto  como la necesidad de enfrentar la desviación de derecha de Martínez y la desviación de izquierda de Ravines.

            Abrumado por la tensión, el 20 de marzo se agrava la enfermedad crónica de José Carlos Mariátegui. El 16 de abril nacía a la inmortalidad. El socialismo peruano sufría su primera gran derrota.

 

AHORA

            En 1918 aparecían en la escena política dos personajes singulares, Mariátegui y Haya. Desde esa fecha la lucha política se lleva entre dos socialismos. Esta lucha se expresa vívidamente en dos voces de orden, la Revolución Libertadora , de Haya, y la Revolución Socialista , de Mariátegui.

            El proyecto político de Haya se expresó sucesivamente en "Hacia la Verdad por la Razón , hacia la Justicia por el Amor", "Por la Emancipación de América Latina", "Por la Segunda Independencia ", "Contra el Imperialismo Yanqui", "Por el Interamericanismo Democrático sin Imperio".

            El proyecto político de Mariátegui se expresó nítidamente en su Advertencia, prólogo a sus 7 Ensayos: "Tengo una declarada y enérgica ambición: la de concurrir a la creación del socialismo peruano"

            Estos proyectos gravitan más que nunca, ahora que el Estado peruano denota toda su caducidad, inepcia y podredumbre. Es decir, ahora más que nunca está vigente el dilema planteado por Mariátegui en Aniversario y Balance: Capitalismo o Socialismo. Este es el problema de nuestra época.

 

(*) Nota.-

El artículo  La Reunión de Barranco y el Partido Socialista, escrito por Ramón García el 7 de octubre de 1987, con motivo del 59º Aniversario del Partido Socialista del Perú,  fue publicado en el Suplemento de Análisis y Debate "Políticos", del periódico "CAMBIO", el 15 de octubre de 1987. Este ensayo, más que artículo, forma parte de un libro todavía inédito.

Para facilitar su difusión y lectura por correo electrónico, lo estamos reproduciendo en cuatro partes. Esta es la última  parte. Recomendamos su reenvío a todos los interesados, y la difusión de la serie completa como folleto impreso.

Atendiendo a la consulta de varios de nuestros lectores, algunos de los cuales, por su juventud no conocen varios de los documentos que el autor menciona  en el texto, vamos a continuar la serie con la difusión de otros documentos. En los próximos días  difundiremos el "Acta de Constitución" y el "Programa"  del "Partido Socialista del Perú".  

Los que no tengan la serie completa,  solicitarla a Miguel Aragón, al e-mail perunuevo2020@ yahoo.com. mx También pueden revisar las listas de documentos de los Grupos de Correo que solidariamente nos están acogiendo, a las cuales les estamos muy sinceramente agradecidos.

            Se recomienda su reenvío a todos los interesados.

Lima, Tercera difusión, lunes 29 de setiembre de 2008. Segunda difusión, jueves 05 de octubre de 2006. Primera difusión, lunes 13 de diciembre de 2004. El Editor

  ___




¡Todo sobre Amor y Sexo!
La guía completa para tu vida en Mujer de Hoy:
http://mx.mujer. yahoo.com/
__._,_.___
Actividad reciente
Visita tu grupo
Yahoo! Avatares
¿A qué esperas para
crear el tuyo?
Yahoo! Correo
Lee tu correo desde
cualquier lugar.
Mi Yahoo!
Tu correo, tus RSS
y mucho más...
.

__,_._,___

EL ESPACIO Y EL TIEMPO SUBJETIVOS DE LA SEDICENTE FILOSOFIA APRISTA

Desde el número 3, VANGUARDIA viene publicando una amplia y detallada refutación del esperpento reaccionario “Espacio-Tiempo-Histórico” que Haya de la Torre ha pretendido introducir en el demagógico y nazi fascista proceso del apra con el mote rimbombante de “filosofía del aprismo”.

Enfocamos hoy otros aspecto del mencionado esperpento, el que deseamos refutar en forma exhaustiva, por mucho que nuestra refutación –hablando en términos que la guerra puso de moda- haya logrado a estas horas silenciar totalmente las baterías sedicentemente ideológicas de Incahuasi.



HAY INDIVIDUOS que no pueden pensar sino por medio y a través de las palabras. Psicologías verbalistas, mentalidades en donde bullen las formas las formas aherrojando y triturando las ideas. Contextura espiritual del clásico personaje que tan genialmente creara y echara a caminar por el mundo el famoso portugués Eca de Queiroz, en el “Epistolario de Fádrique Mendes”.

Pacheco ha tenido en América más discípulos y seguidores que Don Quijote o el propio Sancho. Las constituciones políticas de estos países han corrido el riesgo de ser modificadas poniendo como condición indispensable para ser Presidente de facto, Magistrado o dignatario, ser Pacheco, pertenecer a la escuela criolla del Pachequismo.

La “Filosofía Aprista” es, comprobadamente, la más alta, la más preciosa, la más calificada expresión del pachequismo. Las grandes palabras adquieren sonsonetes resonantes que las impregnan de un sentido “pachequístico”. En el “Espacio-Tiempo-Histórico” de Haya de la Torre asistimos a la evolución de lo “cantinflico” a lo “pachequístico”. En Cantinflas –nos referimos al cómico genial- a la palabra se le ha sacado su vértebra, su tuétano y su espíritu; la palabra es arrastrada como guiñapo, y hacinada en la jeringonza, hasta tornarse caricatura del discurso parlamentario de polítiquero ignorante, de capitulero audaz.

Parece como que Pacheco, Cantinflas perdiese su envoltura grosera y caricaturesca, para disfrazarse con los sagrados ornamentos de la metafísica. La palabra en Pacheco, no sólo pierde vértebra, tuétano y espíritu –como en Cantinflas- sino que se le han introducido elementos estrafalarios, impregnados de brujería, de ensalmos de curandero, de cábalas de sortilegio.

Eca de Queiroz no pensó jamás que su personaje iba a encarnarse tan perfecta y gananciosamente en la política peruana. El “Espacio-Tiempo- Histórico” es una de las producciones excelsas del pachequismo.

EN SU TESIS destinada a refutar a Hegel y a Marx porque “la filosofía de cada uno de ellos es la Filosofía de su época”, Haya proclama que el Tiempo no es Tiempo, ni el Espacio es espacio. El Espacio deja de ser Extensión Objetiva, de tres dimensiones, mensuarable y material , y el Tiempo, asimismo, no es más Duración Objetiva, posible de medida, para transformarse en invenciones antojadizas, en fantasmas subjetivos, en el tiempo aprista y en el espacio aprista.

“El Tiempo Histórico –afirma Haya de la Torre en su artículo- no es una medición de períodos como si se tratara de una nueva cronología. Es subjetivamente la intuición y sentido del tiempo individual y social vinculados consciente y funcionalmente al modo de vivir, trabajar y desenvolverse de los pueblos”.

El tiempo cronológico, tal como lo entendemos y lo sentimos todos, tal como lo comprende y lo establece la Ciencia, ese no es el tiempo del señor Haya y de su apra. Es un tiempo que se escoge y se estira, que es “individual” en unos casos y “social” en otros, que se vuelve intuición como quería el idealista y reaccionario francés Henry Bergson.

Según este famoso Tiempo Histórico el Calendario Gregoriano vale tanto como la carabina de Ambrosio; los períodos de rotación y translación de la tierra y el movimiento del Sistema Solar dentro del plano de nuestra Galaxía, equivalen a la fantasía de cualquier cuento para niños. La Astronomía no es una Ciencia sino el vasto entretenimiento de soñadores y distraídos caballeros.

Según este tiempo subjetivo, este tiempo-intuición, cualquier deudor tramposo puede invocar ante los Bancos, o ante sus acreedores, que el vencimiento no es el que marca la fecha escrita en la letra de cambio sino aquel que corresponde a su peculiarísima intuición subjetiva.

Según Haya, el Tiempo transcurre en concordancia con nuestro criterio, al capricho de cada cual, según “la intuición” de cada ser viviente. Hay tantos “Tiempos” como individuos, o como “observadores” para hablar en la misma jerga que el filósofo del aprismo ha capturado a la terminología einsteniana.

El Espacio, para Haya, es también subjetivo, asunto de la intuición de cada ser pensante. No es una Extensión Objetiva, mensurable que existe independientemente de nuestra conciencia y de nuestras facultades espirituales, sino un producto de nuestra imaginación , de nuestra estado de ánimo, de nuestro buen o mal humor.

Elevar la cantinflería hasta los cielos de la Metafísica pachequística, para venir a parar en el absolutismo de Luis XIV sosteniendo al final de cuentas, “El Tiempo soy yo” y “El Espacio también soy Yo”, no valía la pena. La paranoia megalomaniaca del señor Haya le hace adoptar postura de autócrata, hasta con el Espacio y con el Tiempo. Para Inca Paz, ni el Espacio ni el Tiempo existen independientemente de nuestra conciencia, de nuestra imaginación, de nuestra voluntad, sino que son siervos de Incahuasi, yanaconas de Inca Paz. Este absurdo filosófico tiene su nombre en el diccionario de la Filosofía: se llama solipsismo y constituye el pantano más desdichado en el que puede caer cualquier filosofante idealista.


PARA la Ciencia y para la Filosofía Marxista, el Tiempo y el Espacio, no son Categorías Metafísicas, ni fenómenos subjetivos, sino fundamentalmente, hechos concretos y objetivos. El Espacio existe como hecho real, como función de la materia que lo invade que lo ocupa y que lo llena; y el Tiempo existe también como hecho real, como función del movimiento que transcurre en ese tiempo, que lo hace sensible y mensurable. Nuestra conciencia puede creer o imaginar o querer que un Espacio sea diminuto o gigantesco. Pero ese Espacio no será ni mayor ni menor de lo que real, objetivamente es, independientemente de nuestro imaginar o nuestro querer. Exactamente lo mismo respecto del Tiempo.

Cuando el hombre de Ciencia acepta el Espacio Objetivo y el Tiempo objetivo y rechaza el tiempo y el espacio subjetivos, ese hombre de Ciencia está adoptando una posición filosófica materialista, lo quiera o no lo quiera. Y si abandona tal posición deja de hacer ciencia para caer en el terreno de lo fantástico, de lo falso, de lo anticientífico.

Con su Tiempo subjetivo, con su Espacio intuido, Haya de la Torre no hace sino repetir las tontas y reaccionarias elucubraciones que en las más diversas páginas, nos dieron Henry Bergson, en Francia; Martin Heideger, Karl Jaspers y los filósofos del nazismo en Alemania.

Ufano y audaz, el gran señor de Incahuasi prosigue su discurso de Pacheco. Sin bajar la voz, sin aminorar su liturgia, con toda la pompa que corresponde a las grandes palabras de Cantinflas, Pacheco nos dice solemnemente que su Filosofía toma en consideración tres factores que son repetidos constantemente a través de la trama del esperpento. Estos tres factores que el señor Haya eleva como tres columnas de su estructura son: Espacio. Tiempo y Movimiento.

Ya vemos lo que le sucede al Espacio y lo que le pasa al Tiempo apristas. Se hacen subjetivos, se hacen solipsistas, se reducen al fin a un capricho, a una arbitrariedad, a un supremo y despectivo me da la gana. Quedan en calidad de militantes apristas, sometidos a disciplina, actuando según las intuiciones del Jefe Máximo o de acuerdo con el ritmo del tam-tam del bombo de Antenor Orrego.

VEAMOS ahora lo que le va acontecer a este “Movimiento” aprista. Haya sienta bien claro que lo que entiende por Movimiento es dinamismo. Y el dinamismo, esto es el Movimiento, sólo, de por sí, no existe en ninguna parte. Nadie ha visto al movimiento, ni la mitad del Movimiento, ni la décima parte del Movimiento. El Movimiento no existe, ni puede ser concebido ni enunciado solo, aisladamente, como lo hace Haya, sino íntima, etrna, indisolublemente vinculado a la Materia, a la masa.- No hay Materia sin Movimiento, ni Movimiento sin Materia. Y ésta es la única concepción válida que acepta la Ciencia y que la realidad comprueba y ratifica.


Por esto, cuando entramos en el campo de la Filosofía Aprista, y nos encontramos con el Tiempo subjetivo, el Espacio Subjetivo y el Movimiento aislado de la materia, tenemos que escapar como de un asilo de insanos o de una trastienda de demagogos.

El Movimiento abstracto, aislado, separado de la masa material y concreta es un absurdo anti-científico; es una concepción falsa que ataca los principios más elementales de todas y cada una de las ciencias.

El Tiempo Subjetivo y el Espacio Subjetivo, son fabricaciones antojadizas, fantasía absurdas, invenciones supersticiosas semejantes a las quye hablan de duendes, de almas en pena, de brujas y aparecidos. Ni la Física, ni la Mecánica, ni la Astronomía, ni ciencia alguna, pueden aceptar de ninguna manera, la existencia de un Tiempo Subjetivo y de un Espacio Subjetivo, es decir de tiempos y espacios que se estiran y se encojen a voluntad del individuo, del observador o del ser pensante. Si la ciencia rechaza categóricamente tales elementos como fantasías y absurdos, como falsedades y retórica, mal pueden ser aceptados por la Filosofía.

Esta fabricación del señor Haya –denominada pachequisticamente “Filosofía Aprista”- nos da la impresión de un hombre que atrasando su reloj moviendo las manecillas hacia atrás, creyese y quisiese hacernos creer que fabrica tiempo, o que, al contrario, adelantando el reloj jurase por su dios y por su dama, por sus antepasados y por toda la prosapia de los Pachecos, que es capaza de acelerar el ritmo de las horas o el proceso de los días. De este hombre pensaríamos lo mismo exactamente que de aquel argentino Baigorria, que hacia llover a su voluntad y que se denominaba Fabricante de Lluvias. El señor Haya no nos dice que fabrica lluvias, pero si que fabrica Tiempo y que fabrica Espacio. A esto conduce directamente su concepción del Tiempo Subjetivo y del Espacio Subjetivo. Si para el “fabricante de lluvias” hubieron calificaciones precisas cuando actuaba sólo en el terreno municipal y policíaco, no pueden ser otras las que corresponden a una situación idéntica que tiene la agravante de ser planteada en el terreno de la política de un pueblo, en la marcha de un partido que pretende hacerse el arbitro totalitario de los destinos del Perú.


ooooooo

lunes, 29 de septiembre de 2008

Lenin: del Estado a la revolución

Luis Felipe López-Espinosa
Universidad de Málaga (España)
Estudiante de pregrado (4º curso) de Filosofía

Málaga (España)

luisfl-e@hotmail.com


¿Por qué hay que leer a Lenin? ¿Por qué proponemos aquí una lectura de Lenin en vez de, por ejemplo, de Marx? La elección no es por supuesto arbitraria. Está claro que toda lectura de Lenin presupone una previa lectura de Marx, y especialmente del Marx de El capital. Más aún, toda lectura de Marx tiene que comenzar por El capital –para no caer en los humanismos de cierta lectura, por ejemplo la lectura otrora de moda de los Manuscritos de 1844. Pero sí que podemos apuntar una idea, la de que Lenin añade algo a Marx: y es justamente lo que le añade lo que ha de ser objeto de estudio. ¿Por qué Marx ha podido ser «revisado», y Lenin no? ¿Cuál es el núcleo del pensamiento leniniano que, a pesar de los generales malentendidos, resulta claramente incontrovertible –imposibilitando toda tarea de asimilación y digestión de su trabajo–? O como diría Zizek, ¿cuál es el núcleo del pensamiento leniniano que toca lo Real (traumático)? Y es que, guste o no (y guste o no, en primer lugar, a sus intérpretes estalinistas), Lenin propone una cierta lectura de Marx, una lectura que pone en primer plano el elemental propósito emancipatorio del marxismo, que lo convierte en una magnífica herramienta de subversión: ni capitalismo, ni socialdemocracia, ni tampoco socialismo –sino comunismo. Pero vayamos por partes.


Derrida hablaba de cómo lo realmente incómodo de ciertos autores está en no atenerse a los registros esperados (y bien fortificados por la Academia): así el propio Derrida es incómodo al entrecruzar el estilo literario con el filosófico (al negar por tanto el límite entre literatura y filosofía), como Sade es incómodo no por escribir literatura libertina (que constituía todo un género en la Francia de su tiempo) ni por hacer filosofía (que de hecho suele plagiar a los ilustrados ateos), sino por mezclar de manera inquietante la pornografía más contundente con disertaciones sobre, verbigracia, la existencia de Dios.

Y Althusser es precisamente quien da en el blanco cuando en su Lenin y la filosofía nos pone sobre la pista: Lenin es incómodo por mezclar la filosofía y la política. Lenin hace filosofía, pero no hace la filosofía que se espera que haga un filósofo:

La verdadera cuestión se refiere justamente a esa práctica tradicional, que Lenin vuelve a poner en entredicho al proponer una práctica completamente distinta de la filosofía.1

Una práctica de la filosofía que conlleva según Althusser un conocimiento, una Teoría (materialismo dialéctico) que tiene por objeto a la propia práctica teórica (incluida la misma filosofía, y es ahí donde le duele a ésta). Pero sobre todo, lo que colma el vaso es ¡¡que Lenin es un político!! ¿Cómo puede la filosofía soportar la idea de tener algo que aprender no ya de un filósofo, sino de un político? Y añadiríamos nosotros: lo peor del caso es que ni siquiera es puramente un político.

Cuando Lenin, el 4 de abril de 1917, lee sus famosas tesis, ¿quién habla, el político o el filósofo? ¿Un político que en medio de la explosión de libertades de la primera revolución de febrero parece volverse loco (no lo digo yo, lo dice la misma Krupskaya) y en vez de hacer lo que se esperaba de él, hacer «política» y luchar por unas «elecciones libres», presenta ¡unas tesis!, delirantes en palabras de Plejanov, en las que caracteriza esa misma libertad, la ausencia de violencia contra las masas, y «la confianza inconsciente de éstas en el gobierno de los capitalistas, de los peores enemigos de la paz y del socialismo»2, como los elementos constitutivos de la transición desde la primera etapa de la revolución (la de completa sumisión del proletariado) a su segunda etapa, la que pone todo el poder en manos del proletariado y el campesinado? ¿O un filósofo que «malinterpretó» la Lógica de Hegel y en vez de, una vez más, «hacer lo que cabría esperar» de un filósofo (al cabo, que se esté quietecito, que filosofe cuanto quiera pero no saque los pies del tiesto) tomó un tren sellado a través de Alemania para leer un panfleto que hablaba de revolución? Porque incluso así dicho, ni la filosofía del político ni la política del filósofo entran en los cánones preestablecidos.


El leninismo es un cuestionamiento de nuestras certezas más profundas, de aquellas en las que nos hemos criado: más que una identificación incondicional con no se sabe bien qué tipo de «extremismo», supone la «deconstrucción» del propio campo en el cual se distribuyen las distintas fuerzas en conflicto (y en el cual se puede clasificar lo normal y lo «extremo»). Un par de ejemplos. En El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo, obra que todo el mundo cree conocer con solo leer su título, Lenin combate tanto el conservadurismo como el aventurerismo izquierdista; pero esto no significa que su propuesta sea, como rezaba la doctrina estalinista, que la línea correcta del partido tenga que oscilar entre una y otra desde una política «de centro». El verdadero mensaje del texto es que el plano en el que hay que disponer la práctica política no es el de la frívola elección entre «izquierda» y «derecha» (como quien escoge té o café, azúcar o sacarina). Contra la metáfora espacial, lo que Lenin rescata es la lucha de clases –el capital de un lado, los trabajadores de otro– y una consecuente toma de partido por los intereses de clase de éstos. El segundo ejemplo que hay que citar es el de El Estado y la revolución: como en el caso anterior, lo que tenemos es la abolición de toda moral abstracta y de todo apriorismo, y el uso del Estado como herramienta subordinada a los intereses de la clase trabajadora y la hipótesis de su extinción en la medida en que dejase de ser necesario para llevar a cabo su función.

En un caso como en otro, tenemos la plasmación más exacta de lo que Lenin, tal vez en un exceso, llega a llamar la «moral comunista»3. Jacques Lacan formulaba la ética del psicoanálisis con el siguiente aforismo: no cedas en tu deseo. No dejes de ser sujeto deseante, no te rindas ante la satisfacción. La ética de Lenin, si se la puede llamar así, es justamente una ética del deseo, aunque se trate de un deseo revolucionario: no cedas en tus intereses de clase; sus últimos escritos, durante la etapa de la «edificación socialista», dedicados a proyectar el futuro desarrollo hacia la sociedad comunista, tienen que ver con esta ética que no se acomoda a los logros alcanzados –a la inversa, el periodo estalinista del «socialismo en un solo país» supone la vuelta a la autocomplacencia, tanto por conformarse con el socialismo (que no puede ser más que un medio más a tener en cuenta como tal, y por consiguiente imperfecto) como por regresar a las dimensiones de la política internacional clásica (basadas en el Estado-nación). Hay un interesante paralelismo entre la Escuela de Lacan y el Partido de Lenin: ambos personajes eran afectos a la escisión, a la disolución, incluso a ser excomulgados. Ambos lo fueron, de un modo o de otro, en vida o «en efigie», en lo cual tenemos que situarlos en la nada menospreciable compañía de otro gran excomulgado, literalmente hablando: Spinoza, el judío hereje de Ámsterdam. Persistir en el deseo significa que el objetivo no es alcanzar un equilibrio estable y satisfactorio, sino elevar el nivel del conflicto. Persistir en el deseo significa que la felicidad, la satisfacción, son imposibles; no hay descanso, no hay vacaciones: dejar de hacer política (rendirse en la consecución de esos intereses de clase) es perderlo todo, puede que por mucho tiempo.


Preliminares a la lectura de Lenin y de El Estado y la revolución

1

El Estado y la revolución constituye en cierto sentido la obra menos circunstancial y más teórica de Lenin si exceptuamos otras ya directamente filosóficas (Cuadernos filosóficos, Materialismo y empiriocriticismo)4; el tema naturalmente es la teoría marxista sobre el Estado, en cuya exposición bucea entre los textos más importantes de Marx y de Engels al respecto, si bien les da una forma coherente y lógica convirtiendo referencias aisladas, dispersas o ambiguas en un auténtico sistema político. Así, El Estado y la revolución se presenta de hecho como una cierta práctica de la lectura: el texto no es sino la elaboración de un cuaderno intitulado como El marxismo acerca del Estado, donde Lenin anotó y comentó laboriosamente una serie de citas de Marx y Engels, así como pasajes de obras de otros autores desde Kautsky a Bernstein5.

Por consiguiente, el texto (como toda la obra del autor) se encuadra no ya en la tradición marxista sino en un retorno a Marx (me atrevería a decir que análogo al famoso «retorno a Freud» de Lacan). Lenin, al modo de los filósofos del Renacimiento, constata que la teoría marxista y en concreto la teoría del Estado se ha «embrollado»6 por parte de las escolásticas de la II Internacional, y resulta más claro regresar a las fuentes. En su regreso, Lenin no solo lee: también reestructura y formaliza, toma partido por una cierta lectura. Una lectura que se compromete con una táctica, que es la táctica del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, el luego más conocido –con tristes connotaciones, una vez más estalinistas– como Partido Comunista (bolchevique).

Y más aún, Lenin en esta obra se funda también en un previo retorno a Hegel, plasmado en los Cuadernos filosóficos. Lenin escribe su cuaderno sobre el Estado desde el exilio en Suiza entre 1914 y 1915, donde no sólo se dedica a jugar al ajedrez con Tristan Tzara frente al célebre Cabaret Voltaire. Lenin, alejado de toda posibilidad de intervenir políticamente, se dedica al estudio en la biblioteca de Berna; pero, y hablando precisamente de Voltaire, ese estudio no significa el «cultivar su jardín» de Cándido: Lenin no deja nunca de ser un político, y su apoteósica lectura de (entre otros) Hegel no es una lectura ociosa. Para empezar, es una profesión de materialismo militante: en la Lógica, la obra más idealista del idealismo alemán, Lenin declara haber encontrado más materialismo que en ninguna otra obra de Hegel7. De este modo, a partir de su lectura Lenin elabora una filosofía acorde no sólo con la moderna ciencia experimental (y por tanto, con los estudios económicos de un marxismo que aspira a ser ciencia), sino también con la práctica del proletariado revolucionario: una teoría del conocimiento no solo como reflejo de la realidad, sino como interacción con ésta en una síntesis de producción teórica y producción política. Por eso es tan importante esta excursión dialéctica, sobre la cual puede Negri declarar:

Sin la convicción del poder radicalmente innovador de la praxis el gradualismo y el reformismo son invencibles. Sin la capacidad de conducir la abstracción determinada y el método de la tendencia a la fuerza resolutiva de la praxis colectiva, el universo humano se representa como una ley implacablemente contraria a los oprimidos. Sin la fuerza de un proyecto teórico que ilumine los procesos de la praxis, la reapropiación de las masas de la alegría de gestionar el poder se convierte en algo imposible.8


2

Diré de paso que Lenin no fue (como se nos ha querido hacer creer desde posturas ora estalinistas, ora democrático-liberales) el clarividente e iluminado líder revolucionario que al frente de un puñado de agitadores dio un golpe de Estado, como nunca tuvo en el Comité Central mayor poder que cualquier otro de sus miembros –por ejemplo Stalin, que estableció monumentales redes clientelares desde su puesto de Secretario General del Partido. Tampoco nos importa demasiado a estas alturas el individuo detrás del nombre «Lenin» (el individuo ahí está en la Plaza Roja, expuesto por obra del estalinismo) nombre cuya única utilidad sería enlazar cierta ingente colección de textos, y es que precisamente a los textos nos atenemos. Ya son agotadoras las eternas y aburridas disputas morales sobre la Unión Soviética y el Gulag, o las tímidas disculpas del estudioso cuando rompe miles de reglas no escritas de etiqueta liberal. Por eso es preciso un ejercicio de honestidad y de valentía intelectuales y leer a Lenin más allá de Lenin: leerlo no con la vista en el pasado (con lo que siempre nos parecerá a destiempo, viejo, muerto) sino leerlo en nuestro momento honradamente, sin ingenuidades pero igualmente sin prejuicios: traer a Lenin a nuestros problemas, no meter en su obra problemas que no son de su tiempo y que inevitablemente no puede resolver.


3

Se ha convertido en un lugar común la descalificación de eso que sea marxismo según una mera estadística comparativa entre su plasmación histórica (estalinista)9 y lo que han podido suponer el nazismo o el liberalismo. Lo espeluznante de esta crítica empírica es que en su «objetividad» va estableciendo clasificaciones que escamotean un estudio más racional de las estructuras de los mismos Estados y gobiernos en cuestión. Si es por víctimas directas, es probable (o eso dice la doctrina oficial) que el nazismo fuese preferible al estalinismo, la democracia liberal al nazismo, y habría que resolver que la cumbre de la civilización sería el mundo feliz de Huxley.

Tan cómodo procedimiento que evita tener que estudiar el núcleo de estas formas, es asimismo un método estático que silencia la realidad de que ni comunismo, ni liberalismo, ni siquiera nazismo (basta constatar su resurgimiento)… son doctrinas completas, cerradas y sistemáticas que coincidirían con determinadas realizaciones históricas. No somos historiadores: lo que nos tiene que importar del liberalismo o del comunismo no es sino cierto bagaje teórico que hay que ordenar en vistas a comprender un momento concreto que no son por supuesto los años veinte o treinta sino nuestro momento concreto.

Por eso hay que leer a Lenin. Si lo leyéramos veríamos cómo procede un buen político, independientemente por ahora de su programa: adaptando su actividad según una visión a veces acertada y a veces errónea de cuál es la estructura social en la que está introduciendo sus propuestas, modificando sus posiciones, cediendo o negociando cuando sea necesario, o sosteniéndose implacable en los momentos clave.


Del Estado a la Revolución

Releamos este texto clave de El Estado y la revolución:

El Estado es producto y manifestación del carácter irreconciliable de las contradicciones de clase. El Estado surge en el sitio, en el momento y en el grado en que las contradicciones de clase no pueden, objetivamente, conciliarse. Y viceversa: la existencia del Estado demuestra que las contradicciones de clase son irreconciliables.10

El Estado es una máquina: su producto es la dominación de una clase sobre otra, pero sus condiciones materiales (su combustible) son las contradicciones de clase irreconciliables. No en vano nos hemos referido a cómo Lenin leyó a Hegel; y es que casi parece el calco de otro pasaje de éste referido por cierto a la inexistencia de un Estado sólido en la Norteamérica de su tiempo:

…pues un verdadero Estado y un verdadero gobierno solo se produce cuando ya existen diferencias de clase, cuando son grandes la riqueza y la pobreza y cuando se da una relación tal que una gran masa ya no puede satisfacer sus necesidades de la manera a que estaba acostumbrada11.

La elección del texto no resulta azarosa, porque Lenin anota a propósito del mismo en sus Cuadernos filosóficos, subrayado y con triple exclamación al margen que:

La inmigración en América elimina el “descontento”, y “se garantiza la continuación de la existencia del orden civil contemporáneo”… (pero este Zustand [orden] es “riqueza y pobreza”12

Para Hegel el Estado tal como lo describe no había surgido en esa Norteamérica –era innecesario– porque aún no habían diferencias de clase concentradas en un mismo espacio ni, por consiguiente, lucha de clases que hiciesen necesaria la intervención del Estado. Y es la colonización de nuevos territorios y la extensión de la población por toda Norteamérica (en definitiva, es el imperialismo) lo que dislocando, o lo que es lo mismo deslocalizando las diferencias de clase garantiza la estabilidad del orden; orden que como bien anota Lenin es riqueza y pobreza –pero escindidas, invisibles la una para la otra.

Para Lenin como para Hegel, el Estado surge cuando se manifiestan agudas contradicciones entre clases; para ambos, el Estado es la solución impuesta para hacerles frente. Pero bajo el aparente optimismo del texto hegeliano, en el que podríamos leer la tópica palabrería sobre el Estado como encarnación del Espíritu, se esconde el germen de la respuesta de Lenin: que dicha solución es la coacción de la gran masa insatisfecha. En efecto, no dice Hegel que el Estado vaya a satisfacer a esa gran masa, sino que el Estado surge al tiempo que dicha insatisfacción, por supuesto para sostener la diferencia entre la riqueza y la pobreza.

De hecho, la postura hegeliana de que el Estado es la solución de los conflictos de clase es superada, llevada un paso más adelante cuando Lenin plantea (posibilidad inimaginable para Hegel) que el Estado no pueda seguir amortiguando esa lucha de clases: es entonces cuando tiene lugar una revolución proletaria («cuando los “de abajo” no quieren y “los de arriba” no pueden seguir viviendo a la antigua»13). Únicamente cuando se acumula todo un sistema de contradicciones en el seno de una «crisis nacional general», cuando se da una contradicción fundamental entre dos condiciones (Trabajo y Capital) que a su vez son compuestas por un sinnúmero de contradicciones internas puede darse el paso de la revolución «a la orden del día», basada en la contradicción en general (la de las clases), a la «situación revolucionaria»; para activar la revolución es precisa una acumulación de circunstancias y corrientes «que puedan “fusionarse” en una unidad de ruptura»14.


Para concluir: Lenin en el siglo XXI

Lo primerísimo que tendríamos que aprender de Lenin fue su valentía por pensar, por pensar de nuevo desde cero ante la coyuntura –y por pensar siempre desde un sectarismo consecuente con una bien delimitada concepción de los intereses de clase. En una Europa en guerra, donde los chovinismos nacionales habían llevado incluso a que los partidos de la II Internacional se alineasen con sus propios gobiernos (como hizo con entusiasmo el SPD de Kautsky, llegando a votar a favor de los créditos militares), en un clima de confrontación nacionalista de la que al menos al comienzo no se libraron ni siquiera un Wittgenstein o un Freud, Lenin fue una de las pocas inteligencias que antepuso los intereses particulares de la clase obrera frente a los señuelos de «unidad» con los intereses de un capitalismo en guerra. Hasta el punto de atravesar media Europa en un vagón sellado para leer sus llamadas «tesis de abril», y sobre todo para defenderlas.

Pero en segundo lugar hay que añadir también la valentía leninista de autoborrarse: una vez más frente a la doxa habitual al respecto, lo cierto es que Lenin nunca intenta imponer en sus textos una doctrina cerrada, sino más bien nos invita a pensar en cada momento, a cada tiempo, la orientación de nuestra práctica teórica y de nuestra práctica política –algo que nos muestra con su propio ejemplo, con esa lectura de Marx que, tan a menudo, se rechaza por rígida o por ortodoxa ¡apelando justamente a una ortodoxia marxista, apelando a una lectura literal de Marx por la cual resolvemos que Lenin malinterpretó esto o aquello, o manipuló dudosamente las citas!

Estos dos elementos (pensamiento concreto de la coyuntura, y pensamiento antidogmático que apela a una constante innovación teórica), son quizás los que nos convienen para entender la posibilidad de apelar a un leninismo para el siglo XXI: un leninismo que no se define sólo por sus contenidos o su tradición teórica, sino por haberla interiorizado y estudiado con el detenimiento preciso como para haberse dado cuenta de que hay que continuarla en una coyuntura que ha cambiado.

Tristemente, Lenin ha sido leído exclusivamente (y con no poca demagogia) como teórico de la dictadura del proletariado, del Estado socialista. Tristemente, porque el concepto de socialismo ha quedado contaminado por el estalinismo. Y tristemente porque demasiado a menudo se ha olvidado el verdadero mensaje leninista. Recordemos esa frase suya sobre que

De la consolidación de tal o cual “matiz” puede depender el porvenir de la socialdemocracia rusa durante muchísimos años15

Por eso no es casual que Lenin apelase al cambio de nombre del POSDR por el de Partido Comunista: Lenin no es socialista sino comunista, y el socialismo es para él un medio para tal fin. Porque ya lo decía Marx en El dieciocho brumario (y para entender esta sentencia, hay que recordar que Marx no era un anarquista):

En su lucha contra la revolución, la república parlamentaria se vio finalmente obligada a reforzar con medidas represivas los medios y la centralización del poder gubernamental. Todas las revoluciones perfeccionaban esta máquina en lugar de quebrarla. Los partidos, que pugnaban alternativamente por el poder, consideraban la toma de este monstruoso edificio estatal como el botín principal del vencedor.16

PLANETA PERU

PlanetaPeru: buscador del Perú

Seguidores

Archivo del Blog